Francisco de Mora, concejal no adscrito, denuncia la acumulación de residuos en las inmediaciones del Punto Limpio de Lucena

En respuesta a las numerosas denuncias y quejas recibidas por los vecinos del punto limpio y tras haber visitado personalmente las inmediaciones del mismo, Francisco de Mora, denuncia un panorama desolador marcado por la acumulación descontrolada de enseres, basura y residuos que no solo degrada el camino principal del punto limpio, sino que también afecta gravemente a las fincas circundantes.

A pesar de los continuos esfuerzos para denunciar este problema, expresados tanto en comunicaciones privadas con la delegada de medio ambiente como en la comisión de dicha competencia y en el pleno de octubre, la situación persiste, generando graves consecuencias para la ciudad y los agricultores locales que se exponen a sanciones y a la posible pérdida de la subvención.

Los horarios restrictivos del punto limpio, la falta de ética y civismo de algunos ciudadanos, y las insuficientes medidas de seguridad en la zona son factores críticos que contribuyen a esta problemática. En cuanto a la legislación, se espera que el ayuntamiento cumpla con su obligación de retirar estos residuos, como dicta la normativa vigente.

Francisco De Mora ha presentado un conjunto de propuestas con miras a una pronta solución. Entre las medidas sugeridas destaca la urgente necesidad de llevar a cabo una limpieza exhaustiva de las zonas afectadas, instando al ayuntamiento a demostrar su compromiso con el medio ambiente.

Asimismo, se hace un llamado a Epremasa para que considere la ampliación de los horarios de funcionamiento del punto limpio, permitiendo a los ciudadanos disponer de sus residuos de manera adecuada y reduciendo la acumulación fuera de horario.

Además, se propone el refuerzo de medidas de vigilancia, ya sea mediante la instalación de cámaras de seguridad o patrullajes, con el fin de identificar y sancionar a aquellos ciudadanos que depositen residuos fuera de los horarios establecidos.

Finalmente, De Mora aboga por una revisión de la legislación municipal para asegurar que el ayuntamiento cumpla con su obligación de retirar estos residuos, alineándose con las normativas medioambientales vigentes.

A lo largo de cinco meses, las autoridades y responsables han hecho caso omiso de esta situación, argumentando que no es responsabilidad del ayuntamiento ni de Epremasa. Esta inacción, acompañada de la sugerencia de que la responsabilidad recae en los agricultores, demuestra una falta de compromiso con la salud ambiental y la prosperidad de la ciudad.

Lucena enfrenta una amenaza ambiental que exige acción inmediata. La inacción por parte de las autoridades no se ajusta a una ciudad comprometida con el medio ambiente. Es hora de pasar de las palabras a los hechos y preservar la salud ambiental y económica de Lucena.