Los Salones Córdoba de la Manzana de Adán se vistieron de gala para celebrar la quinta edición de la entrega de los premios «Lucentinos con Luz Propia», un emotivo reconocimiento a la solidaridad, el compromiso y la generosidad de personas que hacen de Lucena un lugar mejor.
Organizada por los Embajadores de Lucentinos con Luz Propia, la gala reunió a familiares, amigos y vecinos para homenajear a nueve personas que, con su trabajo diario y su dedicación a los demás, se han convertido en verdaderos ejemplos a seguir.
El acto comenzó con las palabras de gratitud de Antonio Rabasco «Estos héroes no serían nada sin la familia, por eso este premio es para todos», una ceremonia en la que se brindó por la memoria de aquellos que ya no están y se aplaudió la solidaridad de los lucentinos que colaboraron desinteresadamente con los afectados por la DANA.
Los galardonados de esta edición fueron:
Cecilia Cuadra Pérez, gerente de un pequeño comercio en la barriada del Poli, conocida por su alegría y simpatía, una mujer que ayuda a sus vecinos, y los cuáles la han propuesto para este merecido galardón.
Paco Marín Lara, empresario comprometido con la inclusión laboral a través del Centro Especial de Empleo Arancalo, una persona emotiva y que disfruta ayudando a los demás.
María José Calvillo García, incansable en su labor social con una larga trayectoria en el movimiento asociativo, destacando sus 15 años al frente de la Asociación de Vecinos de la Barrera, así como si labor en la asociación por la Fibromialgia o con las Voluntarias Activas por el Corazón que comenzaron como Voluntarias sanitarias cosiendo equipos EPIs para los sanitarios en la pandemia.
Víctor León Requerey, enfermero durante muchos años en el Hospital Infanta Margarita y actualmente en el centro de salud de Lucena, una persona que transmite paz y seguridad a sus pacientes con su sonrisa.
Mercedes Pérez Rodríguez, se quedó viuda muy joven con tres hijos a su cargo y una empresa que tuvo que sacar adelante, cuarenta años al frente de la misma, muebles MUCOR.
Francisco Morán, médico lucentino que recibió su homenaje a título póstumo, recogían el premio su mujer y su hijo, recibe su reconocimiento no sólo por su trabajo sino por su manera de ser, que tenía la virtud de generar confianza en las personas y tener «un gran ojo clínico» citaba su hijo.
Araceli Muñoz Cabrera, Peluquera y voluntaria en Barber Angels, donde trabaja desinteresadamente bajo el lema «Juntos estamos menos solos», una labor de hacer sentir mejor a las personas que viven en la calle.
Eugenio Aroca, por su labor recaudando fondos en la lucha contra la ELA incansable desde que su hija fuera diagnósticada con la enfermedad hace unos años, y que recientemente ha fallecido, no sin antes donar sus órganos, también galardonada a título póstumo María Jesús Aroca, lucentina con luz propia.
La gala, amenizada con música en directo, baile y un toque de humor, contó con un photocall para inmortalizar la noche.
Finalmente, se anunció una nueva iniciativa en colaboración con la Asociación SURCO para reconocer a jóvenes lucentinos que «comienzan a ser buena gente», como destacó la presidenta de SURCO, María Reyes Maillo.