Pinturas que llegan al corazón y de complicadas texturas lucen en la nueva exposición de la lucentina Pepi Arjona Pinturas que llegan al corazón y de complicadas texturas lucen en la nueva exposición de la lucentina Pepi Arjona
    La pintora lucentina Pepi Arjona expone su última colección bajo el título “Diversidad a pastel” hasta el 13 de junio en la... Pinturas que llegan al corazón y de complicadas texturas lucen en la nueva exposición de la lucentina Pepi Arjona

 

 

La pintora lucentina Pepi Arjona expone su última colección bajo el título “Diversidad a pastel” hasta el 13 de junio en la Casa de los Mora.

La exposición consta de 15 obras en técnica pastel, entrañando un nuevo reto para la pintora, por un lado, expresar en cada una de las obras sentimientos inherentes a la vida más dramas que existen en nuestra sociedad, por otro lado, una técnica cada vez mucho más depurada como por ejemplo incluyendo sobre capas simulando papel de burbuja o el vaho de la lluvia en una ventana.

La pintora nos ha relatado sobre alguno de sus cuadros, una línea de ellos interpreta sentimientos y momentos importantes en la vida como puedan ser el amor de una abuela a su nieta, así como sus arrugas; el momento de dar el pecho a un bebe que evade a una madre de su entorno creando un momento intimo entre la multitud; una niña feliz con síndrome de Down, el amor lésbico de dos mujeres o el momento crucial del bautizo de un niño cuando recibe el agua y se sobrecoge.

 

En otra línea engloba las situaciones poco afortunadas de la sociedad como por ejemplo en uno de ellos interpreta la trata de blancas a través de la imagen de una chicha envuelta su cabeza como si fuese un caramelo e intentase salir de esa situación; otro interpreta la migración a través de un niño que pide permiso para abrir una puerta; otro interpreta a un niño esperando ser adoptado o estar en acogida mirando por la ventana esperando; un chico gay con una corona de espinas que representa el dolor que se le hacen sufrir por mostrarse tal y como es;  una chica envuelta en papel burbuja bajo el título “solo personal autorizado” que simboliza el movimiento #metoo , en cuanto a la violación o abuso de la mujer de hombres poderosos;  y otro llamado la Madre tierra pintado en pleno confinamiento que hace una reflexión sobre el maltrato al planeta.

 

 

La imagen destacada que ilustra el cartel de la exposición es la imagen de una chica árabe que simboliza la multitud de razas y cuenta con la dificultad de saber interpretar la textura del velo que la envuelve.

 

Cada cuadro lleva asociado un poema de Daniel Ortega, quien tiene la capacidad de sacar la esencia que la pintora quiere mostrar en cada cuadro con un poema.

 

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